El poeta, periodista y flamencólogo Juan Antonio Ibáñez, y los guitarristas Isidoro Pérez y Jonathan Morillas entablaron ayer un singular diálogo entre versos de poetas consagrados y toques de guitarra en el cierre del ciclo ‘El Agua, la Palabra… y al fondo la guitarra’ organizado por la Fundación AguaGranada en su sede del Aljibe del Rey Ibáñez explicó en la conferencia recital titulada ‘El verso habla a la guitarra’ cómo el flamenco llegó a ser de universal conocimiento gracias a sus vínculos con la poesía y otras artes como la música clásica, donde históricos compositores como Falla, Albéniz o Turina expresaron en sus piezas su admiración por los cantes.
Con la compañía de los guitarristas, el periodista recitó versos de Rafael Guillén, Manuel Machado o Luis Rosales, ente otros grandes poetas, para poner de manifiesto el encuentro de estas dos artes y su honda relación. Durante la participación de Ibáñez en este ciclo, hemos sabido que ya en las obras de autores como Augusto Ferránz, en 1860, se hacían referencias a las esencias del flamenco, o el propio Gustavo Adolfo Bécquer, cuyos versos escondían el ritmo y el compás de los cantes. O cómo Rubén Darío o Salvador Rueda se dejaron seducir por este arte tan andaluz, y por supuesto la llamada Generación del 27 con Rafael Alberti, Luis Cernuda o el mismísimo Federico García Lorca.